martes, 17 de marzo de 2015

Malditos todos mis ex. La obra

Me resisto a creer que se trate de un desnudo justificado (el off también tiene sus clichés). Hit ochentoso, guitarrita, la mina en pelotas desde el vamos y yo en primera fila. Mientras reviso cada estría bajo esa luz hija de puta, tan de probador –una especie de dicroica cenital que deja en evidencia la más mínima adiposidad- entiendo todo: la naturalidad con que la actriz lleva su desnudez, recién salida de la ducha, sin poses, es la desaprensión propia que da la convivencia cuando ya no metes panza cada vez que él mira y, de hecho, él pasa ya sin mirar.

Malditos todos mis ex implica TODOS. Los de la adolescencia, los idiotas que nos tuvieron en vilo sin responder mensajes, los buenazos que nunca nos provocaron cosquillas en la panza, los amores de nuestra vida. Y todas las que fuimos, cada vez. Revueltas, mezcladas. Casi siempre la misma.
La exageración en teatro es histrionismo y habrá que decir que más allá del griterío histérico, por momentos latoso, estas cuatro yeguas (cinco con la directora, Mariela Asensio) me hicieron llorar la mitad de la obra.
La perla -intuimos, salida de las profundidades más obscenas del cerebro de Reynaldo (Sietecase)- cuando el tipo se coge a su ex hasta matarla. Y no es femicidio, es Subiela.

Valeria Sampedro.


Malditos.. Sábados 20hs Teatro del Pueblo (Av. Roque Saenz Peña 943)
Dramaturgia: Mariela Asensio y Reynaldo Sietecase. Actúan: Federica Presa/Hernán Herrera/Eugenia Iturbe/Marina Lovece/Constanza Molfese/Ariel Perez De Maria/Federico Schneider.

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